¿Quién no recuerda los primeros días de colegio? Nos sentíamos pequeños, y no sólo porque fuésemos cortos de estatura, sino porque así nos veíamos al entrar en clase, con esa persona que no conocíamos de nada y a la que todos le llamaban “seño”. Nuestra madre nos dejaba allí, se marchaba con un nudo en la garganta… y ¿qué se supone que teníamos que hacer nosotros? Lo normal hubiese sido jugar, investigar y hacer nuevos amigos, pero aún no era nuestro momento para ello….

Todo, absolutamente todo y todos necesitamos nuestra propia adaptación. Todo proceso lleva su tiempo. Todo niño tiene su propio proceso, que para nada es comparable al de los demás. Es un cambio para el niño, su llegada a ese nuevo hábitat le supone un estrés que normalmente nunca antes ha experimentado y por mucho que deseemos ayudarle, lo único que podemos hacer  como adultos, como padres y como docentes, es estar disponibles para ellos, acompañarles y ser comprensibles con ellos pero, realmente, ese proceso no se lo podemos evitar; como tantas otras cosas que le traerá la vida, tendrá que experimentarlas por sí mismo.

Según Betts & Rottenberg (2007), definen la adaptación escolar como el grado en el cual el niño se interesa, se compromete, se siente cómodo y satisfecho en el contexto escolar. Así pues, nosotros como centro docente, y por toda la experiencia que tenemos en nuestra trayectoria, a continuación os damos unas pautas a seguir para hacer su adaptación más llevadera….

– La entrada al centro debe ser rápida y directa.
– Haced lo posible porque entre caminando, no llevadlo en brazos.
– No alargar las despedidas.
– Evitar que el niño vea a los padres tristes en el momento de la entrada.
– No realizar falsas promesas que luego no puedan ser cumplidas.
– Intentad hacer una adaptación escalonada en cuanto a horas se refiere, en la medida que os sea posible. Su jornada debe ir aumentando de forma progresiva.
– Entender que es totalmente normal que llore al entrar durante las primeras semanas.
– También será posible que llore al salir, por la emoción que le produce dicho momento de reencontrase con sus padres.
– Ser sinceros, no le digáis que volvéis en un periodo corto de tiempo, sino va a ser así.
– Ser compresivos con ellos y con vosotros mismos.

– No les presionéis ni os culpéis.
– Pensad que es un bien para ellos, necesitan sociabilizar con su grupo de iguales.
– Pasad más tiempo de calidad con ellos a la salida del centro, a través de éste ellos se sentirán más queridos e importantes aún; sentirán que aunque hayan estado en la escuela por la mañana, por la tarde vuelven a disfrutar y ser disfrutados por su familia.
– En casa, hablad positivamente sobre la escuela y sus compañeros.
– Trabajar de forma conjunta, padres y escuela, por el bienestar del niño.
– No permitir retrasos evolutivos en casa, si comía o dormía sólo, que continúe haciéndolo…
– Intentar que, aunque sea en un horario reducido, acuda todos los días al centro.

En general, es una situación en la que el niño va descubriendo nuevas situaciones, nuevas personas, nuevas emociones…. a las que llega a través de la pérdida temporal de su apego familiar y de su vínculo parental. Al cabo de unas semanas, esta nueva situación será aceptada por el niño.

Normalmente dicho periodo de adaptación suele durar un par de semanas, aunque es entendible que no siempre es igual, pero al final de este periodo el niño se encontrará integrado de forma social y emocional en el centro escolar, habrá despertado en él el sentimiento de pertenencia de grupo, tan importante desde edades tempranas.

Sólo necesitan tiempo y confianza en ellos mismos. En breve tanto ellos como vosotros podréis disfrutar de las ventajas de su escolarización. Ellos se sentirán mejor, más confiados, más autónomos, más queridos y con un nuevo grupo de socialización, el cuál le va a ayudar a descubrir miles de nuevas situaciones y sentimientos; habrán perdido el miedo a los extraños y la ansiedad ante vuestro desapego.

Vosotros, como padres, os sentiréis mucho más orgullosos de ellos, si cabe.

“Ser niño es vivir entre sueños y juegos, sin saber dónde terminan unos y comienzan otros”.

 

Vanesa Ruiz
Maestra de Ed. Infantil, Ed. Especial y A.L
Directora de E.I. Sweeties. (www.escuelainfantilsweeties.es)

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí